Es una calle sin salida, estrecha y peatonal que finaliza en una plaza (es un azucaque que desemboca en una plaza) y que debe su aspecto actual al interés por parte del alcalde Alfonso Cruz-Conde en embellecer determinados sitios de Córdoba. A mediados del siglo XX se le añadieron los arquillos y se engalana con macetas.
Fuente reconstruida en 1960 con “materiales procedentes de derribo”: un fuste de columna de granito y un capitel corintio.
Un pilón de planta octogonal realizado en ladrillo encalado de blanco alberga en su centro un pequeño pilar octogonal sobre el que se alza un fuste de granito gris y capitel corintio. De la basa surten cuatro caños que van a verter sobre un pilón octogonal de mampostería con el frontal rehundido.
Está inspirada en la que existe en el patio de Albucasis, nº 6.
Red de abastecimiento. En la antigüedad de Aguas de la Fábrica de la catedral
1960