La fuente del claustro es una reproducción de la que debió existir en el lugar originalmente, copiada de un grabado de Parcerisa del XIX. Fue realizada en 1983 por los talleres de García Rueda, en función del proyecto de José María Carrere y José Rebollo Dicenta.
Ramírez de Arellano y de las Casas Deza indica en sus memorias que acompañó a Pedro de Madrazo y a Parcerisa en su visita a Córdoba en abril de 1863, la describe la fuente así: “...en uno de sus ángulos se veía una cúpula baja y redonda, sobre cuatro arcos que sostenían otras tantas columnas... y debajo había una fuente con una gran taza ochavada, tosca y sostenida en cuatro fustes cilíndricos sin molduras, trozos de columnas antiguas, suponiéndose en la obra titulada “Recuerdos y bellezas de España” que aquellos debían ser reliquias de un bautisterio mozárabe...” (RAMÍREZ DE ARELLANO, 1995, 289).
La fuente está realizada en piedra caliza y mármol oscuro de estilo barroco. Con planta octogonal y una taza en su interior que tiene forma de cuatro lóbulos (que le dan un aspecto airoso de líneas muy movidas) y sobre esta segunda taza un surtidor central con forma de pináculo bulboso
Abastecida por las aguas del Venero de Santo Domingo.
1983
José María Carrere y José Rebollo Dicenta.