Fuente del Eucalipto
Historical Data

Al igual que los otros grandes estanques del Alcázar, presenta un parterre a todo su alrededor donde los jardineros del Alcázar suelen plantar plantas florales.
En 1955 el Ministerio de Educación Nacional cedió la huerta al Ayuntamiento para la construcción de los jardines a cambio de otro espacio y un año después comenzaron las obras, llevadas a cabo por los arquitectos Víctor Escribano Ucelay y José Rebollo Dicenta con ayuda de Francisco Prieto Moreno, arquitecto de la Alhambra.
Los canales que aún hoy abastecen al alcázar y a la mezquita de Córdoba fueron los creados en la etapa islámica. Los qanawāt cordobeses que sirvieron para llevar agua al alcázar, a la mezquita y a algunas almunias de emires y califas, fueron alabados en textos históricos, donde se especifican claramente quiénes financiaron su construcción. Según los textos medievales, las canalizaciones que en el s. X se dirigían al alcázar y la mezquita, fueron tres, y tres son las que a mediados del s. XX llegaban a esa misma zona urbana.
El nombre de Aguas de la Huerta del Alcázar corresponde a una canalización procedente de la sierra de Córdoba que discurría junto al lienzo oeste de la muralla de la Medina. Según José López Amo, la conducción nacía al occidente de Córdoba, “más acá de la Arrizafa” (LÓPEZ AMO, 1997: 51-52). Discurría al exterior de la muralla occidental de la Medina pasando frente a una de sus puertas, la Puerta Gallegos (antigua Bāb Āmir). Más adelante, sus aguas se pesaban en la Casa de las Pavas y, por último, su depósito terminal estaba al pie de la torre del homenaje del Alcázar de los Reyes Cristianos.
La alcubilla terminal de las Aguas de la Huerta del alcázar, que podemos ver en las fotografías de la primera mitad del XX, estaba ubicada frente a la Puerta de Almodóvar Su emplazamiento era ideal tanto para el riego de la huerta como para que desde allí partiera una cañería con destino final en la Casa de las Pavas, es decir, en el solar del antiguo alcázar andalusí. Desde época bajomedieval, la alcubilla albergaba una fuente pública, un pilar de agua al que accedía al agua bajando unas escaleras de once peldaños (RAMÍREZ DE LAS CASAS, 1867: 69; LÓPEZ AMO, 1997: 56).
En 1508, uno de los alcaides de los Reales Alcázares se lamentó amargamente ante la Reina Juana por la escasez de agua en la fortaleza, debida a que los vecinos de la Casa de las Pavas habían roto los atanores de la conducción “sin ningund themor de la Real Justiçia de vuestra Alteza” (cfr. TORRE, 1924).
Los jardines y la Huerta que se extendían al Sur, en el extremo opuesto de la fortaleza, se regaban con las aguas que la Albolafia elevaba desde el río. Tal debió ser el procedimiento de riego seguido a lo largo del s. XIV hasta que en 1492, por orden de Isabel la Católica, la rueda dejó de funcionar. Fue entonces cuando hubo que buscar un nuevo sistema de irrigación: la operación quedó reflejada en el escrito que uno de los alcaides del alcázar elevó a la reina Juana en 1508 a causa de la escasez de agua que se sufría en el alcázar.
La alcubilla de distribución de agua del alcázar se situó bajo la Torre del Homenaje: hasta allí llegaría el agua procedente de la Casa de las Pavas, ubicada más al norte (VARGAS et alii, 2005). Un plano del alcázar cristiano de 1662 muestra cómo se repartía el agua en el interior del conjunto: el agua entraba en el alcázar por su ángulo noreste, donde se encontraban el aljibe y los baños reales, de estilo mudéjar233. El plano describe que junto a ellos había un patio “con su fuente en medio con cantidad de agua que hace tanto ruido que no oyen aca fuera aunque hablen reçio en la sala del tribunal”. Este patio daba acceso a las necesarias de la fortaleza, mientras que la huerta del alcázar aparece marcada con el nº 18 en el ángulo suroccidental del edificio (CUADRO, 2004: 28).El plano de 1662 y el manuscrito de López Amo muestran, además, cómo con el tiempo, se multiplicaron las derivaciones de agua que, desde la Torre del Homenaje, se dirigían a diferentes edificios: “En cañerías diferentes salen tres pajas para las Caballerizas Reales; dos para la cárcel nacional, con obligación de surtir la fuente pública situada en el mirador de la muralla; un poco para el seminario conciliar de S. Pelagio y el resto de la mencionada huerta del Alcázar” (LÓPEZ AMO, 1997: 52).
En el siglo XVI existía una Fuente de las Arcas en el lienzo meridional de la muralla de la Huerta del Alcázar (LÓPEZ AMO, 1997: 52). Hoy existe una fuente en ese mismo lugar, renovada hace pocos años por EMACSA, la cual se abastece del remanente de los jardines del alcázar.
Las Aguas de Esquina Paradas son las mismas que las de “Aguas de la Huerta del Rey”. Tras la urbanización de la huerta pasó a llenar los estanques del alcázar de los Reyes Cristianos, en ese mismo emplazamiento (LÓPEZ y POVEDANO, 1986: 60, n. 2). Posteriormente se recondujeron a lo largo de la Av. Gran Vía Parque, pero la parte del canal islámico que se anuló sigue filtrando agua. Es posible que parte de su caudal sigua llegando al alcázar.

Description

Renaissance-style fountain with a circular mine stone basin. In its center, a bulbous central pillar with an upper cup with a central spout that pours the water at a low height and four masks with a spout that pour the water into the basin. The central pillar and the bowl are made of marble

Source of water

Venero de Esquina Paradas. Formerly from Aguas del Cabildo

Other info

S. XVI-XVII

Can fill a bottle
No
You can drink
No
Category
Ornamental

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